Sin haber visto nunca un rinoceronte, Alberto Durero elaboró un detallado grabado del curioso animal y, gracias al poder multiplicador de la imprenta, su imagen circuló dentro y fuera de Europa.
En Esperanza II, Klimt no solo rinde homenaje a la maternidad, sino que también recuerda la fragilidad humana.
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Estoy talludo porque mi infancia la recuerdo en blanco y negro y aunque nunca fui un empollón, tuve la fortuna de estar en el ...